martes, 26 de enero de 2010

El quiz cultural, si no estudias te coje el gorila

Ahí les va el mejor quiz para medir su cultura general


El quiz cultural, si no estudias te coje el gorila


Disfrútenlo.

Cangrejo a la sirenita.

Y no es jodedera

¿Qué es una gran fuente de empleo que provee de control a las instituciones y de uniformidad en los procedimientos? Si, mi estimado lector, respondiste "La burocracia" entonces acertaste.

¿Qué obliga a muchos trabajadores a perder valiosísimas horas hombre en trámites absurdos e innumerables colas en absoluta incertidumbre? Si, mi estimado lector, respondiste "La burocracia" entonces acertaste.

Hace un par de semanas tuve la desdicha de realizar uno de los trámites más ridículos que ha concebido la burocracia venezolana: registrar mi título de ingeniero. ¿Por qué considero que es un trámite absurdo? Excelente pregunta.

1.- Mi título lo obtuve en una universidad del Estado.
2.- Dicha universidad está debidamente registrada en el Ministerio de Educación, ergo, el Estado debería tener conocimiento de quienes se gradúan en que momento.

Aparentemente este razonamiento no es válido, así que, por más arrechera y ladilla que me dé ir al registro no puedo evitarlo. Me levanto temprano para ir a la sede del "Magnánimo y Pontificio Registro Principal del Glorioso Estado Miranda Nojoda". Dicha sede está ubicada en Los Teques.

Como vivo relativamente cerca, llego temprano y sin problemas. No han abierto así que hay una cola como de 20 personas afuera del edificio, de las cuales unas 15 van a hacer el registro del título (no es que yo sea Chepa Candela y le haya preguntado a cada persona en la cola "¿Qué viene a hacer usted?" sino que más o menos 15 personas tenían un porta título en la mano).

Cerca de las 8 de la mañana, un empleado del Registro nos deja pasar y divide la cola en dos: los que vienen al registro del título por segunda vez y... el resto. Como no tengo ni la menor idea de como se hace el trámite voy tomando nota: "Voy a tener que venir una segunda vez".

No sé que sucedió al momento de esa división de la cola en la mente de la gente a mi alrededor, porque todos empezaron a desesperarse y a buscar cualquier manera de ahorrarse 5 minutos sacando copias y atragantándose con los cachitos porque dentro el registro no se puede comer. Algún infeliz cabeza de güevo (que no ha hecho el trámite aún) saca una planilla para empezar a llenarla; nadie sabe la procedencia de esa planilla o que trámite viene a hacer el carajo, pero produce un efecto de onda y empieza a correr el rumor de que "esa planilla la sacan en el centro de copias de aqui abajo y hay que tener 3" . Todas los que parecen saber más que uno lo que hacen es comentar repetitivamente (cada conocedor lo decía unas 60 veces) cuales son los pasos a seguir para completar el registro pero ninguno coincide; se escucharon cosas como "la planilla había que llenarla en la casa porque es muy larga", "esa planilla no es, es otra más larga", "no hay que llenar nada", "el gobierno se va a caer", "un terremoto tumba este edificio cagado de la risa". Mis niveles de paciencia empiezan a disminuir.

Después de que se ha creado una confusión bastante generalizada, la oficina empieza a trabajar. Entregué mi cédula de identidad a una empleada muy cortés y seguí esperando. En puerta de la oficina de la empleada a la que le entregué mi cédula se aglomeraron unas 38 personas y el nerviosismo a mi alrededor creció: "esos coleones", "coñoesumadre", "a hacer su cola!", "¿¿¿dónde queda el baño???".

La gente que se aglomeró fue atendida bajo la ley del más fuerte por otro empleado que se encargaba de otra cosa que no era mi trámite. Cuando me toca entrar (cerca de las 9:30 de la mañana) me piden dos fotocopias del título, que muestre el original y dos fotocopias de la cédula. Como me falta una fotocopia del título y las fotocopias de la cédula no sirven porque están muy oscuras, la empleada me entrega una planilla y me dice "saca las copias que te faltan, tres copias de esta planilla, dos timbres fiscales de 0,1 unidades tributarias y pasas por aquí sin hacer la cola otra vez".

El centro de copiado queda dos pisos más abajo, hay como cincuenta personas esperando y un solo empleado. Como el carajo sabe que es lo que va a pedir todo el mundo de antemano, tiene una pila de planillas listas para la venta y maneja al mismo tiempo cuatro fotocopiadoras para las cédulas y los títulos. Además de ser eficacísimo, es un tipo arriesgado que fuma dentro del local sin importarle estar rodeado de millones de hojas de papel. Diligentemente me atiende y saca las copias al más puro estilo de Flash; de vaina me dió el vuelto antes de ver el billete con el que le iba a pagar.

Satisfecho con el insuperable servicio voy a un tarantín para comprar los timbres fiscales. El que me vende los timbres pretende saber más del registro que todos los "funcionarios" juntos y me dice que no me puede vender los timbres porque eso es ilegal. Disimulo mis emociones y le digo:

- "¿Y por qué se los acaba de vender a la señora que venía primero que yo?"
- "Es que lo hago como un favor"

Al escuchar esta respuesta me dió un poco de risa; insisto:

- "Entonces si me va a vender los timbres".
- "Bueno si, pero yo no debería estar haciendo esto".

Pago el importe exacto y me devuelvo a la oficina preguntándome que coño pretendía el carajo haciéndose el difícil ¿acaso quería dinero por el "favor"? ¿se sentía solo en su kioskito? ¿es un agente encubierto?

Cuando llego a la oficina donde debo entregar los papeles, tengo unas 3 personas por delante y la gente que aún no ha entregado su cédula ni siquiera me mira con recelo. Toca mi turno y llaman por teléfono al "funcionario" que me atiende. El contenido de la llamada del "funcionario" era de vital importancia para la seguridad nacional porque ignoró todos sus quehaceres y mi cara de culo para conversar animadamente con su comadre. No contento con dejar de atenderme a mí, distrajo a la empleada a su lado para preguntarle a cuanto es que vende las hallacas su mamá.

Después de esta pausa, el carajo agarra las 3 fotocopias de la planilla que le entrego y las pone en una pila de planillas vacías. Nuevamente me invade esta extraño sentimiento de arrechera con risa y veo como el "funcionario" llena mis datos personales en la planilla que me dieron originalmente. A pesar de tener mi cédula y mi título en su escritorio me pregunta como se escribe mi apellido y si mi cédula es quince millones, etc. etc.

Ya con la planilla llena me pide que le deje la cédula para la digitalización de datos; como no tenía ganas de discutir y ya había visto un pocote de cédulas retenidas, se la dí. Me envían a la oficina de al lado para hacer algo que aparentemente no podían hacer ellos.

En la oficina de al lado una señora toma mi planilla sin decirme nada, le escribe un monto y me dice algo como "Consigna cuatro de las que te entreguen en el banco". Mi expresión debió indicarle que yo no había entendido un carajo porque la empleada a su lado no pudo evitar sonreír, así que repitió lentamente "Consigna cuatro de las que te entreguen en el banco". Efectivamente, no entendí un carajo, mejor dicho, no comprendí un carajo. ¿Qué es lo que me van a entregar en el banco? supongo que tengo que pagar el monto que dice en la planilla y me darán algún comprobante, pero ¿¿¿qué carajo tengo que hacer después???

Resulta que tenía que sacar tres copias de la planilla que hacía las veces de depósito bancario, pagar y en el banco me devolvían una copia. A esa copia tenía que sacarle tres copias más y llevarlas nuevamente al registro. Hacer todo esto me tomó una media hora.

Habiendo pagado ya el trámite y con mi cédula secuestrada me dispongo a hacer la última cola que es en la caja del registro (¿¿¿¿en la caja???? ¿¿¿¿¿entonces para que coño lo mandan a uno al banco?????). Es bastante lento el servicio en la caja pues hay tres taquillas, dos empleados trabajando y un empleado distractor. El empleado distractor resulta que es un "funcionario" que está de vacaciones y aparentemente no tiene nada mejor que hacer que ir a su lugar de trabajo a hablar pajotadas con sus compañeros y sacarlos para tomar café. Me solidarizo con la gente en la cola y nos cagamos juntos en sus madres, abuelas, abuelos, ahijados, mejores amigos, cónyugues, amantes, y finalmente en ellos mismos.

Después de más o menos una hora de espera, me toca entregar mi pobre planilla que ya no sabe cuantas veces ha sido ultrajada en el interior de una fotocopiadora. "La funcionaria" o "La funcionario", no recuerdo como es que les gusta que les digan, está muy ocupada con su teléfono celular escribiendo mensajes de texto; por supuesto, tiene un smartphone de esos tan populares hoy en día (no voy a decir la marca porque no me pagaron un coño por hacerles la cuña, que se jodan).

Cuando se digna a recibir mi planilla me dice con cara de perdona vidas que ponga las huellas dactilares de ambos pulgares en el comprobante que me entrega. Estando bastante arrecho ya, pongo las huellas como me sale el forro de los cojones y quedan irreconocibles hasta para Gil Grissom, pero eso no pareció importarle. Me dice que tengo que volver la semana siguiente con el título original y el fulano comprobante.

Contento por haber culminado la primera fase del asunto miro el reloj y veo que son las 11:30 de la mañana. Considero la jornada exitosa ya que resolví las fases de este rally sin mucho problema y con algo de suerte. Me pregunto que sucederá con las 3 fotocopias que entregué de las planillas y que datos habrán digitalizado de mi cédula (que por cierto recuperé estando en la cola de la caja).

Vuelvo la semana siguiente a primera hora y entrego mi título original y mi comprobante. Teniendo solo a 5 personas por delante esperaba salir a lo sumo en una hora de ahí. Afortunadamente me llevé un libro y par de cachitos con malta (se supone que no se puede comer dentro del registro) porque estuve esperando hasta la 1:30 de la tarde que es cuando llega el registrador (o sea, el GÜEVÓN que pone la firma). Como es un hombre sumamente ocupado se hace esperar un poco más, hasta que da luz verde y le hacen llegar a su oficina un guacal de títulos; si, un guacal de plástico como los de las papas, ese es el último paso por el que debe transitar el título, no es jodedera.